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Capítulo 1: ¿Merece la pena vivir?

-La vida, ¿qué es la vida?...-y así es como empezó a dar la lección nuestro profesor de filosofía.

Yo dejé que hablará y diese la charla a los demás. Me metí propiamente en mi cabeza cuando estaba en ella nada importaba. Solo imaginaba y pensaba como sería mi vida de otra forma, si fuera una alumna excelente y me dedicase a estudiar y no a ser la gamberra de turno; al menos eso decía mi tutora. Tengo cosas mucho más importantes en las que pensar y es en como pasar de este curso sin dar un palo al agua. Filosofía es fácil solo hay que tumbarse y pensar sobre lo que filósofos anteriores pensaron, realizar ejercicios que puedes encontrar resueltos ya en internet y estudiar para un examen al que usarás chuletas. Las demás eran prácticamente iguales, dejando aparte lo de los filósofos. En la única que me esforzaba al menos un poco era en la historia, lo demás pasaba.

-¿No sales de clase?-Una voz sonó a mi espalda y enseguida desperté de mi trance. Era la hora de irse a casa y yo no me había percatado.-¿Selina?

-Lo siento Henry, es solo que estaba perdida en mis pensamientos-Le dediqué mi mejor sonrisa y él me la correspondió.

-¿Te acompaño a casa o sería mucho pedir?-Me ayudó a recoger mis cosas y cuando salimos de la clase me rodeó la cintura para dirigirme hasta la salida.

-Sabes que no me gusta que me acompañen… pero mientras no te quejes que me quedo en la inopia de acuerdo- Fuimos andando hasta la salida, después, ante los ojos de todos los cotillas, torcimos una esquina y enseguida estuvimos en mi casa.-Bueno a partir de aquí puedo seguir sola –dije mientras metía la llave en la puerta y la abría.

-Hasta luego Selina -Me sonrió y se fue por el camino que habíamos venido.

Entré y cerré la puerta. Miré y entré al salón. Como era de costumbre y desde que tenía nueve años estaba sola. Sin padres, ni abuelos, ni hermanos… sola. Siempre me enfrentaba sola a todos los problemas, sin nadie que me apoyara, lo que no consigo explicarme aún es de quién me paga la casa, la comida (porque yo no iba a comprar) libros, etc.…Por eso me había vuelto una chica que no estudiaba, no se comportaba y mucho menos sacaba buenas notas. Tampoco era la típica chica que se dedicaba todo el día a comer chicle de mala manera, pegar a los más débiles y creerse más que los demás. En fin, hay cada cosa por el mundo, eso pienso cada vez que veo a la matona de mi instituto que a pesar de estar en cuarto de la eso (ella repitiendo por tercera vez) sigue siendo inmadura.

En cuanto comí algo subí a mi cuarto y tiré mi mochila al suelo, me tumbé en mi cama dando vueltas al tema de cómo decir que no siento nada por Henry a él mismo pero sin hacerle daño y mucho menos humillarle. Yo siempre atraía a los chicos pero yo no quería nada con ellos, era deprimente pensar que te pueden poner los cuernos en cuanto se les cruce la primera rubia con ojos azules. Yo no era eso ni lo quería ser, me conformaba con mi pelo negro, mis ojos verdes oscuros y  con atraer chicos que jamás querré.

Cuando estaba a punto de dormirme oí un rudo que provenía del desván de arriba. Inmediatamente salí de mi cuarto y me dirigí al desván. Desplegué las escaleras y subí rápidamente arriba. Lo que vi no esperaba verlo jamás, una estantería grandísima que ocupaba casi toda la pared desparramada por el suelo y con los libros desperdigados por el suelo. De repente dos libros se movieron y vinieron a mis pies, los cogí y los miré con detenimiento. Uno tenía una simple tapa vieja de libro de color azul y la otra tenía la misma tapa pero con el color verde oscuro y de este último sobresalía la ramita de una hoja. Todo esto me parecía extraño ¿los libro se mueven solos? Imposible, debería ser producto de mi imaginación o simplemente que estaban ahí siempre pero que no había mirado hacía mis pies… Mentira, los he visto moverse, en fin, me estaría volviendo loca…o puede que no.

Regresé a mi cuarto y el libro de la ramita lo deje sobre el suelo, abrí el otro y soltó unos polvillos rojos, al instante me separé de él.
Cuando por fin terminé de toser cogí el libro y empecé a leer en una página cualquiera.

“Oh dios santo, ya solo quedan dos semanas para que nazca nuestro hermoso bebé. Dorian debe estar muy entusiasmado por este acontecimiento, yo por lo menos lo estoy.  Nuestro reino está creciendo al igual que nuestro pequeño hijo Luke. Nuestra fortuna aumenta pero con ella también todos nuestros problemas con el reino vecino. No captan las indirectas y mucho menos órdenes de nuestro reino. Deberían. Para algo somos los que ganamos la guerra que meses atrás se produjo. Pero bueno que eso no me afecte. Todo va  a la….”

Bla, bla. Chorradas. No me interesa el diario de … quien sea que es. Solté aquel libro y cogí el de la hoja. Lo abrí por la hoja y justo en el centro de ella un agujero con forma de corazón con un nombre dentro, “Selina”, ponía mi nombre. Me extrañé y a la vez me atemoricé. Miré la frase que ponía debajo, “¿Merece la pena vivir? Pienso que no y más sabiendo que mi pequeña Seli, se está muriendo.No sé cómo solucionar esto” y simplemente me estremecí. 


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2 comentarios:

  1. u-a-u!! que pedazo de comienzo *·*!!! la ultima frase ha sido como Holaa???? xDD mezcla de fantasia y realidad?? me flipa
    sigue escribiendo!!
    besus ;)

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  2. Jaja si es mezcla de fantasía y realidad ^^ y gracias ^^ y estoy ya escribiendo el segundo capítulo :)
    Saludos :)

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